Museo de Telecomunicaciones






Ubicado en el primer piso del palacio de las telecomunicaciones en pleno centro de la ciudad, cuenta con una impresionante coleccion de equipo de comunicaciones con los que se ha trabajado en Hondutel desde sus inicios. Este Centro de Historia difiere del esquema tradicional, debido a que la naturaleza misma de los objetos así lo exige, ya que por su índole, son interactivos es el caso la sala de telegrafía, la sala de planta interna, telefonía de magneto y otros, y para cumplir con la función didáctica-pedagógica deben estos objetos expuestos en funcionamiento. Abierto de Lunes a Sabado de 10:00 a.m. a 5:00 pm

Galeria Nacional de Arte




En sus instalaciones se respira el amor al arte y en su arquitectura colonial flota el apacible ambiente de épocas pasadas. Desde arte rupestre, escultura prehispánica en piedra, céramica precolombina, pintura colonial hasta arte religioso en plata, se puede disfrutar y admirar en un verdadero banquete cultural.Visitar las instalaciones de la Galería Nacional de Arte en Tegucigalpa, es hacer un interesante recorrido por la historia del arte de Honduras, en la entidad considerada patrimonio nacional.
La Galería Nacional de Arte es el principal proyecto de la Fundacion Pro Arte y Cultura (Fundarte). Su creación se debe a la iniciativa del doctor Rodolfo Pator Fasquelle, que deseoso de dar a Honduras y en especial a Tegucigalpa, una entidad artistica de gran altura, y con el

apoyo de personas particulares e intituciones privadas, decide organizar una Galería Nacional. Bajo la presidencia de la Señora Saint Siegens, se acondicionaron 12 salas y un moderno sistema de vigilancia para proteger las valiosas obras.
La Galería de abrió al público el 31 de julio de 1996, con el respaldo decidico de varias intituciones públicas, privadas y personas interesadas en promover el arte hondureño. Su sede el lugar conocido como el Paraninfo, frente a la plaza La Merced, edificio de mucho valor en la historia patria. El inmueble de estilo colonial, ubicado en el centro de Tegucigalpa, fue originalmente el Convento de Nuestra Señora de La Merced, contruido en 1654. Luego en el 1857 sirvió para la primera Universidad del país y permaneció en él hasta 1968.
El visitante puede apreciar las diferentes salas que hablan del pasado de Honduras que hoy representan parte del patrimonio y orgullo nacional

Museo De La Identidad Nacional (MIN)



Es una institución permanente abierta al público, sin fines de lucro al servicio de la sociedad y su desarrollo, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe con propósito de estudio, de educación y disfrute, la evidencia material e inmaterial de los pobladores que habitaron y habitan el territorio hondureño a fin de fortalecer la memoria histórica y el sentido de identidad nacional.
Según el Instituto de Antropología e Historia de Honduras el Edificio que alberga al Museo para la Identidad Nacional se ubica en la categoría “M” clasificación relativa a monumentos de gran valor histórico, arquitectónico y paisajista.
El Museo para la Identidad conocido anteriormente como “Palacio de los Ministerios” data del año 1880, siendo presidente de la república el Dr. Marco Aurelio Soto, quien colocó la primera piedra del edificio.
Mediante el Decreto No. 11 del 30 de octubre de 1880 (Gaceta oficial 15 de noviembre del mismo año) se efectuó el traslado definitivo de la capital de Comayagua a la ciudad de Tegucigalpa. El gobierno efectuó compras de terrenos para levantar inmuebles y ubicar oficinas estatales entre estos el que ocuparía el antiguo Hospital General. Es así como surge este edificio como el primer Hospital General de Tegucigalpa; siendo en mayo de 1926 trasladado al lugar conocido como “San Felipe”.
La construcción contaba con un solo nivel que mas tarde en 1933 bajo la administración del General Tiburcio Carias Andino se le agrego un segundo nivel como lo podemos apreciar actualmente. Al concluirse la obra, muchas oficinas del gobierno son instaladas aquí, llegando a conocerse por corto tiempo con el nombre de “Palacio Nacional”, y posteriormente como “Palacio de los Ministerios”

Museo Nacional del Hombre



Misión

La misión del Museo Nacional del Hombre es rescatar, investigar, conservar, difundir y exhibir sus colecciones de etnografía, arqueología y artesanías tradicionales principalmente. Dirigido a organizaciones educativas, de investigación, organismos no gubernamentales, grupos étnicos y público en general. Sus proyectos están relacionados con las investigaciones que lleva a cabo el INAPL, del cual depende. Fomenta la recuperación de las historias de las diferentes comunidades involucradas en sus exhibiciones, recobrando su memoria oral y su patrimonio material e inmaterial; con el fin de incentivar al conjunto de la sociedad argentina el conocimiento y respeto por la multiculturalidad.

Colecciones
Su patrimonio de alrededor de 5000 piezas, se conformó con el aporte de los materiales proveniente de las distintas investigaciones que a lo largo de su historia han realizado y realizan los equipos de investigación del INAPL, sin olvidar las importantes donaciones de colecciones recibidas desde su creación, así como la adquisición en la actualidad de piezas específicas.
Entre sus colecciones podemos resaltar:
• Arqueología argentina y de Sudamérica, que incluye cerámica, textiles, piedra, cestería, metales y otros.
• Una importante colección de textiles argentinos, etnográficos y rural criollo. Incluyendo el instrumental para su confección.
• Máscaras de Argentina, África, México, Bolivia, Brasil, Perú, Guatemala y Asia.
• Pesebres artesanales, aborígenes de Argentina y Latinoamérica.
• Cestería, de comunidades aborígenes y artesanal de Argentina, Latinoamérica, Europa y África.
• Una valiosa y destacable colección de grupos africanos que contiene armas, cestería, máscaras, atuendos, accesorios de indumentaria, instrumentos musicales, fetiches y amuletos, entre otros. Muchas fueron donadas por las Hermanas Misioneras de África en el año 1966 y otras por particulares en diferentes años.
• Objetos de uso cotidiano, rituales, vestimenta, armas y artesanías de grupos aborígenes de nuestro país.
• Artesanías argentinas criollas; trabajos en plata, cuero, hueso, asta, cestería, madera, instrumentos musicales, plumas, imaginería, cerámica, metales, textiles, calabaza y cuentas.
• Colección de arte popular polaco, donación de la Embajada de Polonia en el año 1961.

Museo Del Aire



Desde que se establecieron los mineros españoles en Tegucigalpa, los llanos de Toncontin aparecen mencionados por los historiadores, porque los indígenas que vivían al otro lado del Río Grande en lo que dieron en llamar Comayagüela, identificaban el sitio con el original vocablo azteca “Tocotín” que correspondía a una danza sagrada y ritual de los aborígenes de la zona de Yucatán.
La amplia planicie de Toncontín fue en 1920 el lugar apropiado para que aterrizara el primer avión que llegó a Honduras, un monomotor BRISTOL piloteado por el capitán Iván Lamb comprado por el gobierno del Presidente López Gutiérrez, después de sobrevolar la capital haciendo una serie de maniobras. A partir de la llegada del capitán Lamb, Toncontín se convierte en el campo de aterrizaje de Tegucigalpa.
Por aquel entonces, en los llanos de Toncontín, existía la llamada “Casa de los Placeres” ubicada donde hoy está el cuartel general de la Fuerza Aérea Hondureña, una residencia oficial que utilizaban los presidentes de la república en aquellos años como villa de descanso porque quedaba en las afueras de la ciudad.
En Toncontín comienza a escribirse la historia de la aviación militar y comercial de nuestro país. En 1923 el Dr. Thomas Canfield compró y trasladó a Honduras dos aviones Lincoln Standard para destinarlos al correo aéreo los que vendió a la empresa DEAN que los utilizó para transportar pasajeros y carga y por ese año llegaron los primeros aviones artillados para servicio del gobierno.
En los primeros días del mes de enero de 1928, siendo presidente de Honduras Miguel Paz Baraona, aterrizó en Toncontín el famoso aviador estadounidense Charles Lindberg en su avión “El Espíritu de San Luis” aparato en el que cruzó el Atlántico en un vuelo de 33 horas desde Nueva York a París en 1927.
El campo aéreo de Tegucigalpa poco a poco se fue convirtiendo en el centro de la aviación hondureña. En el año 1931 el capitán Lowell Yerex funda la TACA construyendo hangares e instalando las oficinas de operación en Toncontín. Para 1933 en el gobierno del Presidente Carías se compran terrenos de propiedad privada para ampliar la pista de aterrizaje y orientarla de norte a sur inaugurándola en 1934 con un vuelo de la compañía norteamericana PAN AMERICAN que aterrizó el primer avión DC-3 con pasajeros trasladados a la capital hondureña desde los Estados Unidos.
Para el año 1938, se elimina en el sector suroriental la “Casa de los Placeres” y en ese lugar se construye el edificio para el Cuartel General de la Fuerza Aérea Hondureña.