Desde que se establecieron los mineros españoles en Tegucigalpa, los llanos de Toncontin aparecen mencionados por los historiadores, porque los indígenas que vivían al otro lado del Río Grande en lo que dieron en llamar Comayagüela, identificaban el sitio con el original vocablo azteca “Tocotín” que correspondía a una danza sagrada y ritual de los aborígenes de la zona de Yucatán.
La amplia planicie de Toncontín fue en 1920 el lugar apropiado para que aterrizara el primer avión que llegó a Honduras, un monomotor BRISTOL piloteado por el capitán Iván Lamb comprado por el gobierno del Presidente López Gutiérrez, después de sobrevolar la capital haciendo una serie de maniobras. A partir de la llegada del capitán Lamb, Toncontín se convierte en el campo de aterrizaje de Tegucigalpa.
Por aquel entonces, en los llanos de Toncontín, existía la llamada “Casa de los Placeres” ubicada donde hoy está el cuartel general de la Fuerza Aérea Hondureña, una residencia oficial que utilizaban los presidentes de la república en aquellos años como villa de descanso porque quedaba en las afueras de la ciudad.
En Toncontín comienza a escribirse la historia de la aviación militar y comercial de nuestro país. En 1923 el Dr. Thomas Canfield compró y trasladó a Honduras dos aviones Lincoln Standard para destinarlos al correo aéreo los que vendió a la empresa DEAN que los utilizó para transportar pasajeros y carga y por ese año llegaron los primeros aviones artillados para servicio del gobierno.
En los primeros días del mes de enero de 1928, siendo presidente de Honduras Miguel Paz Baraona, aterrizó en Toncontín el famoso aviador estadounidense Charles Lindberg en su avión “El Espíritu de San Luis” aparato en el que cruzó el Atlántico en un vuelo de 33 horas desde Nueva York a París en 1927.
El campo aéreo de Tegucigalpa poco a poco se fue convirtiendo en el centro de la aviación hondureña. En el año 1931 el capitán Lowell Yerex funda la TACA construyendo hangares e instalando las oficinas de operación en Toncontín. Para 1933 en el gobierno del Presidente Carías se compran terrenos de propiedad privada para ampliar la pista de aterrizaje y orientarla de norte a sur inaugurándola en 1934 con un vuelo de la compañía norteamericana PAN AMERICAN que aterrizó el primer avión DC-3 con pasajeros trasladados a la capital hondureña desde los Estados Unidos.
Para el año 1938, se elimina en el sector suroriental la “Casa de los Placeres” y en ese lugar se construye el edificio para el Cuartel General de la Fuerza Aérea Hondureña.
Museo Del Aire
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